Normalmente cuando oímos la palabra dieta, nuestro cerebro lo asocia directamente a restricción, pasar hambre para llegar a... con la consecuencia de que la palabra dieta no es muy apreciada y nos suele crear crispación.
En realidad el problema no esta en la palabra si no en el concepto que tenemos de ella, un concepto equivocado bajo mi punto de vista.
En la parcela de la alimentación, lo que de verdad nos supone sacrificios a las personas no es el hecho de “pasar hambre” si no el hecho de pasar deseo...
Y el deseo queridos/as, es educable.
Es ahí donde hay que trabajar, en educar al deseo, ojo! Que he dicho educar, no anular! Que seria de nosotros si anuláramos ese deseo, nos moriríamos de aburrimiento, desaparecería la motivación... y sin motivación el mundo no se mueve.
Por eso se trata “solo” de educar y no de anular.
Claro que la palabra educar engloba una serie de factores a tener en cuenta...
Para educar se necesita el tiempo necesario para encontrar la mejor manera de hacerlo lo cual incluye fallar, perdonarse, aprender del fallo y seguir buscando la manera de educar.
Una vez encontrada la manera se requiere la paciencia y tiempo necesario para llevarla a cabo.
La educación es progresiva no sirven prisas ni atajos... y como todos somos distintos, el material educativo que es valido para mi, no tiene por que ser valido para el resto, aunque si cada uno que lo logra expone sus métodos, al final se puede usar a modo orientativo para los demás.
Como bien dice el Doctor Deepak Chopra, nuestro cuerpo es una farmacia con la sabiduría de muchos muchísimos años de existencia como seres humanos.
Y a parte de otras muchas cosas, la alimentación tiene mucho que ver con nuestra farmacia interior.
Nuestro cuerpo genera sustancias para un sin fin de cosas, disminuir nuestra tensión, activar el metabolismo, aumentar o disminuir el cortisol, cicatrizar, oxigenar, generar anticuerpos, defensas etc etc...
Realmente el problema esta en el desconocimiento del “farmacéutico”, y de ese desconocimiento sale, la falta de interés, el planteamiento y el enfoque equivocado.
Normalmente cuando abrimos la nevera...no pensamos ¿qué necesita mi cuerpo ahora? Que tipo de combustible necesita en este momento?...
Lo que solemos pensar es ¿qué me apetece?... y generalmente lo que nos apetece no suele coincidir con lo que necesitamos...así que inutilizamos nuestra farmacia interior... y dejamos dominar al deseo, en lugar de dominarlo nosotros a él.
Y en cierta forma no somos culpables de esto, actualmente vivimos en un mundo donde manda el marketing y la industria.
Y el objetivo de la industria es generar beneficios económicos, cosa que no critico ya que gracias a eso progresa el mundo, o al menos se intenta hacer que progrese. Algo que por otro lado a mi modo de ver no justifica los métodos y manipulaciones utilizadas en muchas ocasiones para generar y aumentar esos beneficios.
En realidad se trata de ser consecuentes con nuestros actos y con nosotros mismos.
Si la industria quiere general beneficios, es normal que priorice ese aspecto por encima de las demás, pero eso se puede hacer de muchas maneras, por ejemplo a través de la estimulación bien enfocada y bien intencionada.
Pero como de momento yo no voy a cambiar el mundo ni lo pretendo, pienso que lo importante es que seamos consecuentes con nosotros mismos cada uno a nivel individual, dándole prioridad a nuestra farmacia interior adaptando la sensación de disfrute a la inversión de salud y bienestar que hacemos en cada comida y dejándole al deseo su parcela...pero no todo el terreno!.
No necesitamos muchas de las cosas que comemos, es una “necesidad” inventada que nos confunde y que puede generar muy malas consecuencias.
La naturaleza tiene todo lo que necesitamos para vivir y ralentizar nuestra edad biológica...es ahí donde esta el “elixir de la juventud” y mientras mas manipulamos las cosas, mas nos alejamos de su verdadera esencia.
En realidad el problema no esta en la palabra si no en el concepto que tenemos de ella, un concepto equivocado bajo mi punto de vista.
En la parcela de la alimentación, lo que de verdad nos supone sacrificios a las personas no es el hecho de “pasar hambre” si no el hecho de pasar deseo...
Y el deseo queridos/as, es educable.
Es ahí donde hay que trabajar, en educar al deseo, ojo! Que he dicho educar, no anular! Que seria de nosotros si anuláramos ese deseo, nos moriríamos de aburrimiento, desaparecería la motivación... y sin motivación el mundo no se mueve.
Por eso se trata “solo” de educar y no de anular.
Claro que la palabra educar engloba una serie de factores a tener en cuenta...
Para educar se necesita el tiempo necesario para encontrar la mejor manera de hacerlo lo cual incluye fallar, perdonarse, aprender del fallo y seguir buscando la manera de educar.
Una vez encontrada la manera se requiere la paciencia y tiempo necesario para llevarla a cabo.
La educación es progresiva no sirven prisas ni atajos... y como todos somos distintos, el material educativo que es valido para mi, no tiene por que ser valido para el resto, aunque si cada uno que lo logra expone sus métodos, al final se puede usar a modo orientativo para los demás.
Como bien dice el Doctor Deepak Chopra, nuestro cuerpo es una farmacia con la sabiduría de muchos muchísimos años de existencia como seres humanos.
Y a parte de otras muchas cosas, la alimentación tiene mucho que ver con nuestra farmacia interior.
Nuestro cuerpo genera sustancias para un sin fin de cosas, disminuir nuestra tensión, activar el metabolismo, aumentar o disminuir el cortisol, cicatrizar, oxigenar, generar anticuerpos, defensas etc etc...
Realmente el problema esta en el desconocimiento del “farmacéutico”, y de ese desconocimiento sale, la falta de interés, el planteamiento y el enfoque equivocado.
Normalmente cuando abrimos la nevera...no pensamos ¿qué necesita mi cuerpo ahora? Que tipo de combustible necesita en este momento?...
Lo que solemos pensar es ¿qué me apetece?... y generalmente lo que nos apetece no suele coincidir con lo que necesitamos...así que inutilizamos nuestra farmacia interior... y dejamos dominar al deseo, en lugar de dominarlo nosotros a él.
Y en cierta forma no somos culpables de esto, actualmente vivimos en un mundo donde manda el marketing y la industria.
Y el objetivo de la industria es generar beneficios económicos, cosa que no critico ya que gracias a eso progresa el mundo, o al menos se intenta hacer que progrese. Algo que por otro lado a mi modo de ver no justifica los métodos y manipulaciones utilizadas en muchas ocasiones para generar y aumentar esos beneficios.
En realidad se trata de ser consecuentes con nuestros actos y con nosotros mismos.
Si la industria quiere general beneficios, es normal que priorice ese aspecto por encima de las demás, pero eso se puede hacer de muchas maneras, por ejemplo a través de la estimulación bien enfocada y bien intencionada.
Pero como de momento yo no voy a cambiar el mundo ni lo pretendo, pienso que lo importante es que seamos consecuentes con nosotros mismos cada uno a nivel individual, dándole prioridad a nuestra farmacia interior adaptando la sensación de disfrute a la inversión de salud y bienestar que hacemos en cada comida y dejándole al deseo su parcela...pero no todo el terreno!.
No necesitamos muchas de las cosas que comemos, es una “necesidad” inventada que nos confunde y que puede generar muy malas consecuencias.
La naturaleza tiene todo lo que necesitamos para vivir y ralentizar nuestra edad biológica...es ahí donde esta el “elixir de la juventud” y mientras mas manipulamos las cosas, mas nos alejamos de su verdadera esencia.
Tenemos un cuerpo al que cuidar y mimar y cuando comemos algún alimento cargado de grasas saturadas y/o azúcar no nos estamos mimando... al menos no nuestro cuerpo, mas bien diría que nuestro ego es el que disfruta, nuestro cuerpo realmente sufre.
Para el supone una lucha hormonal y celular..una insulina disparada, células que cierran sus puertas porque ya no dan a basto con tanta descarga, grasas trans o saturadas que se van acomodando en nuestras arterias, y depósitos de lípidos adipositos ellos, llenándose y multiplicándose para dar mas cabida a todo lo que llega etc etc etc...
Ese alimento con el que nuestro ego disfruta y nos hace creer que nos estamos mimando, realmente para el cuerpo supone una batalla.
Una batalla para la cual esta lo suficientemente preparado si la tiene que librar de manera escalonada y siempre y cuando su normalidad cotidiana sea la de enriquecerse con nutrientes sanos que lo hacen fuerte y preparado.
De no ser así podríamos decir que .. por muy fuerte y numerosos que sean unos guerreros, ni los mejores y mas luchadores del mundo sobrevivirian a ataques constantes y sin tregua, ataques que no dejen tiempo a reponer bajas.
Enemigos a los que nosotros abrimos paso...
Quizás pueda parecer muy drástica, pero realmente la cosa funciona así.
Educar consiste en no malcriar, en crear unas adaptaciones adecuadas y establecer un sistema de prioridades acorde a nuestras necesidades como ser humano y siempre enfocadas en nuestro beneficio , a explotar nuestro máximo potencial de rendimiento y salud.
Tenemos que aprender a mirar un alimento desde esta perspectiva, al fin y al cabo es algo que va a entrar a formar parte de nuestro cuerpo...nuestra "casa".
Nos estamos renovando constantemente y de nosotros depende que esa renovación tenga resultados positivos .
Es una contradicción gastarnos un dinero en un arsenal de cremas para el cutis intentando frenar el tiempo si por otro lado no le damos prioridad en nuestra alimentación a las frutas, verduras, grasas buenas y carnes magras.
Es una contradicción machacarnos en el gimnasio y no darle a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para recuperarse.
Es una contradicción pensar en una liposucción como camino corto y "fácil" si no estamos verdaderamente dispuestas a cambiar nuestros hábitos y erradicar malas costumbres.
Es una contradicción atiborrar nuestro cuerpo de pastillas para... y seguir por otro lado abriendo las puertas a "enemigos" de manera constante e incontrolada, teniendo en cuenta que además cada pastilla que tomamos trae también a cuesta su propio arsenal de "enemigos" para nuestro cuerpo en nombre de los efectos secundarios.
Si... realmente estamos llenos de contradicciones, tenemos un ir y venir constante en todas las áreas de nuestra vida.
y uno de esos ir y venir es el "mañana empiezo"... "mañana empiezo a comer sano" "mañana empiezo ha hacer deporte" "mañana empiezo de dejar de fumar"...
No hay un "mañana empiezo", el comienzo es algo que se mira desde presente a pasado.
El ayer ya no existe, el mañana esta por llegar, solo tenemos el ¡¡ahora!!
El actuar¡¡ahora!! nos deja rendimiento seguro.
El... "ahora en lugar de la madalena o cruasan me preparo un tostada de pan integral con aceite de oliva para desayunar".
El... "ahora me pones como guarnición verdura con arroz en lugar de patatas fritas"...
El... "ahora me como un trozo de chocolate negro sin azúcar en lugar de este par de donetes"
El ahora pausado y progresivo es lo que funciona... la sustitución en presente sin agobiarnos en pensar a lo grande... "estoy a dieta" "tengo que estar X tiempo así" "esto es malo y no lo podre comer NUNCA mas" "tengo que eliminar los dulces" tengo que...tengo que...tengo que...
Las cosas no marchan así, hay que dar pequeños pasos y dejar que el camino se abra
en cada uno de ellos, no abrir un camino enorme y sin fin visible y empezar entonces a caminar.
Si lo hacemos de esta manera entonces solo de pensar en lo amplio y largo del camino a recorrer hará que nos cansemos y desanimemos antes incluso de empezar a dar pasos.
Deja que el mañana se convierta en ahora para decidir y decidas lo que decidas seguro que tienes muchos "ahora" por vivir y poder equilibrar el balance de tu cuerpo para hacerlo sano, fuerte y bello... dispuesto a libra y ganar las batallas... quien dice batallas!, ganar ¡¡LA GUERRA!!..
y en definitiva ¡¡ VIVIR!!
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